El día siguiente, la salida
desde Panamá fue a las 4: pm… después de
6 horas con 40 minutos de viaje, excelente atención, tuvimos almuerzo y cena y
durante todo el vuelo entretenimiento en películas, juegos, series preferidas,
la ruta del vuelo en tiempo y distancia, así pues llegamos a Córdoba, Argentina el día 01 se Septiembre
2018 aproximadamente a las 12:40 am,
siendo la Segunda escala de este deseado viaje. El ingreso a este hermoso país
fue bastante rápido, pasamos por emigración nos chequearon primero el equipaje
de mano y después la documentación y luego a recibir nuestro equipaje que fue
nuevamente revisado. Ya con mi maleta en mano, busque la salida para el
Aeropuerto Nacional donde tenia que esperar hasta las 7:15 am para tomar el
vuelo hacia Buenos Aires, mi destino final.
Pregunte a una agente de seguridad donde dirigirme y me indico el
camino, por la hora muy pocos locales abiertos, una cafetería y una venta de
golosinas. Para cargar el celular el dependiente de la tienda muy amablemente
me facilito un conector y puse a cargar el teléfono. Gracias a Dios llego al lugar una señora que
viajaba hacia Tucumán en horas de la tarde y debía esperar mucho mas tiempo de
lo que yo esperaría. Nos pusimos hablar
como si teníamos tiempo conociéndonos, fue una conexión divina de Dios.
Mi primera compra en pesos fue un café con leche y una empanada de jamón y queso, seguimos charlando Mabel y yo de todo un poco… a eso de las 6 am las líneas aéreas comenzaron a recibir los pasajeros, antes de hacer la fila me despido de mi nueva amiga argentina, nos intercambiamos los números telefónicos y prometimos mantenernos en contacto. Ya esperando para que nos reciban la maleta y revisión del boleto conocí a dos señoras venezolanas, hubo un poco de retraso para la salida. Esperando en la puerta de embarque aproximadamente unos 45 minutos… hasta que abordamos, un vuelo relativamente corto de 1 hora y 15 minutos, recogí el equipaje casi de inmediato y ya estaba mi hijo esperándome! Que alegría, gracias Dios después de tres años, demasiada emoción acumulada, mi hijo me esperaba con un abrigo largo, bufanda y gorro, para que pudiera soportar el frío. Nos abrazamos largamente y luego fuimos por un café caliente y unos panecillos… fuimos a la famosa Starbucks. Después del café fui a un baño a ponerme el abrigo, el gorro la bufanda encima de lo que ya traía puesto un abrigo mas corto, un suéter y salimos del Aeropuerto a buscar el taxi – Uber – que nos llevaría a casa donde me esperaban mi nieto y mi nuera! Felices! Gracias Dios! La cita bíblica para esta entrada,
Dios les bendiga Amiblogs, en la foto Avenida Directorio, Buenos Aires - Argentina. Desde mi llegada hasta hace dos semanas. Continuo bien pronto!